No hay rasgo más característico en la fisonomía de un individuo que su nariz. Y cuánto más grande es la napia, más carácter y seguridad imprime en la persona. Por eso, me desilusionó bastante que Letizia Ortiz se deshiciera de su hocico asturiano. Hoy se habla de que Eduardo Zaplana también ha pasado por quirófano. Y tanto en el caso de la princesa como en el del popular, se especifica que la rinoplastia sólo se debe a «recomendaciones médicas» para respirar mejor. Aunque los medios de comunicación pongan en duda la excusa, yo me lo creo a pies juntillas porque al mirarse al espejo uno puede llegar incluso a enfermar.
¡Ja, ja! Me encanta esa coletilla final, Patry. Y también que te gusten las narices grandes. ¡La mía es enorme! ¡Un beso!