Cuando eres tan enorme, tus movimientos y posturas tienen que ser de lo más minimalistas o asustarás a los pequeños (y a los adultos). Xavier García Albiol sustituye a Alicia Sánchez Camacho como candidato del PPC a la presidencia de la Generalitat de Catalunya pero provoca el mismo miedo que su predecesora debido a esa curiosa obsesión suya por ir haciendo «limpiezas». Claro que hay gente a la que le va el sado. Para gustos, partidos.
1 Crueldad innecesaria Su presencia (altura) ya intimida. Por eso, pese a que no gesticule en exceso, muchos de sus aspavientos (que en otro simplemente aportarían consistencia al mensaje verbal) se antojan demasiado agresivos. En él, por sus dimensiones, incluso algo tan inocente como levantar un pulgar puede sugerir un «os voy a aplastar con un solo dedo».
2 En las alturas Aunque la altura aporte casi siempre seguridad, moverse (sentarse, vestirse, tumbarse…) siendo un «gigante» es complicado. Es fácil dar la sensación de que el cuerpo queda descolocado, como si uno fuera incapaz de dirigir tantos km de masa ósea. En estos caso, hay que refinarse al máximo y tomar conciencia del cuerpo (funcionan muy bien las clases de baile clásico o escuchar a Frank Sinatra). La ropa, más en el caso de un traje, debe estar hecha a medida para que siente bien.
3 Pijoaparte Camisas de colores pastel (incluso rositas), chinos beige, jeans claros… Intenta ir de pijo clásico pero no da resultado. Le pasa como al personaje de Juan Marsé, no entiende que eso va en la actitud.
4 Sin corbata Desde que la izquierda se deshiciera definitivamente del nudo, algunos líderes de la derecha -siempre a remolque de las tendencias que dicta la progresía- también han decidido liberarse. Albiol ya casi no la usa -y cuando lo hacía eran demasiado largas- y cae muchas veces en el frecuente error estival de los políticos nacionales al desabrocharse dos botones (para diplomáticos, sólo uno). El despechugue combinado con las gafas de sol efecto espejo, ideal para frecuentar con su grupo de maduritos el Titus de Badalona y darlo todo al ritmo de La Gozadera (aviso ya: ejercicio que no ayuda en nada a lo del refinamiento).
5 Pitingo A veces se hace una cresta de niño travieso con gomina en en un pelo ya repleto de canas (síndrome de Peter Pan), muy al estilo Pitingo #kilingmesoftly