El pasado 22 de febrero quedaba en libertad la ex primera ministra ucraniana tras pasar dos años en la cárcel acusada de abuso de poder. Yulia Tymoshenko, una de las mandatarias con mayor sentido de la estética como estrategia de comunicación política, ha recobrado también su característica diadema trenzada. Porque si en prisión las fuerzas solo le daban para una trenza a lo Rapunzel, en su primera aparición pública para la convención del Partido Popular Europeo, pese a desplazarse en silla de ruedas, el peinado tradicional de las campesinas ucranianas ha vuelto a posarse en su cabeza.