¿Recordáis las primeras promesas de Valérie Trierweiler como primera dama de Francia? Si, hombre. Aquello de que ella no era una modelo y jamás vestiría de firmas inaccesibles, en clara alusión a su antecesora en el cargo, Carla Bruni… Pues nada, ayer la chica de François Hollande acudió al desfile de Saint Laurent Paris (no se me ha olvidado el Yves, desde marzo se rebautizó así), el primero con el diseñador Heidi Slimane al frente. Muy valientes los fotógrafos que se atrevieron a fotografiarla. Como se le crucen los cables a «Rottweiler», lo mismo también los demanda.
Aunque no es santo de mi devoción, Trierweiler es guapa, guapa. Ojo, a la mujer con el pelo rojo detrás suyo. Moncloa acaba de desmentir que se trate de una representante española (jajajajjaja...)