Investigan al Presidente de la Generalitat valenciana ya que supuestamente podría haber recibdio regalos -trajes de la sastrería Milano de Madrid- por parte de algunos de los imputados en la operación Gürtel.
Si están ya hartos de la trama de corrupción que empaña al Partido Popular en estos días de preelecciones en Galicia y Euskadi, no teman, el 1 de marzo acabará todo: coincidiendo con el final de la campaña, a los periodistas de El País se les acabará la tinta de la plumilla. Pero mientras, pasen y vean. Lo último del culebrón, titulado El PP y la corrupción, la supuesta implicación del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, que podría haber recibido trajes regalados por parte de alguno de los imputados en la trama corrupta que investiga el cazador de la justicia, Baltasar Garzón.
La implicación de Francisco Camps en la investigación de la operación Gürtel se produce por una grabación en la que una de las imputadas, Felisa Jordán, aseguraría haber pagado una factura de 30.000 euros en trajes en una sastrería de la calle Serrano de Madrid (Milano) para el dirigente valenciano. A estas horas, cada uno por su parte, tanto Jordán como Camps han desmentido las declaraciones y los hechos. Pero bueno, ahí queda.
De todos modos, los empleados de Milano –perteneciente al grupo Cortefiel- son uno de los focos de atención para este caso. Así, nos hemos enterado que el precio normal de un traje en una de estas sastrerías oscila entre 200 y 500 euros y, con arreglos, puede llegar a los 800.
A Eduardo Zaplana no le hubiera pasado nada de esto. Más que nada porque seguramente sus trajes pertenecían todos a Emidio Tucci, ¿no? Por otro lado, por fin, por unas horas los trajes de hombre han tomado el protagonismo de los medios de comunicación.