Este fin de semana pillé por casualidad en la Sexta 3 (excelente canal para disfrutar del buen cine) el trailer en español de La Dama de Hierro. En él, dos asesores intentaban convencer a la candidata conservadora de que se deshiciera del sombrero y del bolso para conseguir ser una líder creíble. Margaret Thatcher, interpretada por la gran Meryl Streep, contestaba: «Tal vez me convenza para dejar el sombrero, lo del bolso, sin embargo, no estoy dispuesta a negociarlo de ninguna manera». Pero hoy, para escribir esta nuevo post, he preferido ver el adelanto de la película en versión original y el diálogo cambia significativamente. No era el bolso lo que no era negociable, eran sus perlas…
La primera ministra británica creció vistiendo la ropa que su madre, modista, le confeccionaba. No fue hasta que se casó con un hombre de economía holgada que no empezó a comprar y crear su famoso estilismo. El azul tory, los sombreros, las blusas de lazo, su bolso de mano, el collar de perlas que su marido le regaló cuando dio a luz, los trajes de chaqueta y falda estructurados o su melena cardada… aún hoy le pertenecen. En el film, entre otras firmas, el vestuario se nutre de un bolso de Prada, un abrigo de Valentino tory-azul y una blusa de lazo de Derek Lam.