Aún estoy en estado de shock. La vicepresidenta del gobierno español ha recibido al presidente chino Hu Jintao y a su esposa en Canarias calzada con una bailarinas negras. Siempre alzada en sus vertiginosos tacones y plataformas, por primera vez, Soraya Sáenz de Santamaría se ha decidido a aparecer públicamente con un zapato plano. El gesto es comparable a cuando Letizia Ortiz se bajó de sus 12 cm de tacón. Aunque se nos antojara pensar que esta decisión es fruto de la confianza y seguridad que la popular ha alcanzado con sus seis meses de «liderazgo», nada que ver: el vendaje en el pie derecho revela que se debe a una obligación médica. Solo me queda una duda: ¿Cómo se lesionó? ¿Se cayó de los horrendos botines que llevaba ayer?
Me da la impresión de que no vas descaminada Patrycia. Los taconazos pueden ser traidores y si son feos y malos peor.