Sánchez-Camacho: Chica, ¿a dónde vas?

En todos los hogares que frecuento se ha prohibido ver y oír los informativos (leer las noticias aún se tolera porque parece que es algo más digestivo) con tal de no acabar en el manicomio. Aún así, de vez en cuando, practicando uno de mis deportes favoritos -el zapping… Dios mío, yo gobernaría con un control remoto- pillo momentazos como éste que invitan a una sonora carcajada. La protagonista, otra vez más, es la líder del PPC, Alicia Sánchez Camacho, que para tachar a su colega Esperanza Aguirre de «oportunista» por sus criticas a Rajoy se enfundó un vestido marinero (sí, rayas horizontales… ¡con un par!). Contemplar como desciende esa mujer las escaleras con esos brazacos -eso solo se lo puede permitir Michelle Obama- al descubierto  y con esos andares ortopédicos, propios de quien lleva un tacón demasiado exagerado y teme que la corta falda enseñe lo que nadie desea intuir, es un esperpento que en el contexto actual hasta me divierte.

La asistente de Sánchez Camacho le lleva la chaqueta para que la líder del PPC se concentre en bajar los escalones. Al inicio de la entrevista a Efe, decide ponerse la chaqueta. A los dos minutos, se la retira y la cuelga en el brazo del asiento. Al acabar la entrevista debe agacharse para recogerla del suelo.

La asistente de Sánchez Camacho le lleva la chaqueta para que la líder del PPC se concentre en bajar los escalones. Al inicio de la entrevista concedida a Efe, la popular decide ponerse la chaqueta. A los dos minutos, se la retira y la cuelga en el brazo del asiento. Al acabar la entrevista debe agacharse para recogerla del suelo.

 

642 428 Patrycia Centeno
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