Aunque el otro día se dejó caer por la London Fashion Week con estilismos discretos, anoche, en la recepción en su casa, la embajadora de la moda británica se hizo notar. Con un dos piezas en rosa y azul, de Roksanda Ilincic, recibió, en el nº 10 de Downing Street, a los más glamurosos fashionistas del mundo. Un cinturón plateado le sirvió a la primera dama para no tropezarse con la larga falda recta y poder defender la industria de la moda inglesa como negocio de futuro.
¡Antes de ver el pie de foto estaba pensando lo mismo! Me encanta la foto, el contraste de colores y de damas y especialmente los modelitos morado y blanco.
Seguro que recibo hoy tu libro, ¡qué ganas! Ya lo he visto reseñado en El Mundo y en Europa Press entre otros. ¡¡Enhorabuena!!