En política, porque se ha dado el caso en numerosas ocasiones, consideran algunos que el pueblo no tiene memoria. Y en parte, y a juzgar por el reñido empate que las encuestas le ofrecen a Silvio Berlusconi para estos comicios italianos, puede que así sea. Pero que aparezca reiteradamente el líder de la oposición española -hace cuatro días en el gobierno- dando lecciones de qué sé yo.. tiene narices. «Yo vengo de un país del que Europa sólo recibe hombres de negro o de gris», les contaba hoy Rubalcaba a sus colegas en un encuentro en Turín sin (querer) darse cuenta de que su propio atavío no lo distingue de esos a los que supuestamente tanto critica.
