Nuestro querido presidente ha decidido premiarnos con esta bella estampa de la playa de Sanxenxo. Remarco lo de presidente por si alguien lo confunde y se piensa que es el vecino del quinto que ha salido a toda prisa porque a los niños se les han antojado churros para desayunar. Y es que Mariano Rajoy es así: el hombre no quiere llamar la atención pero sus pasividad siempre acaba importunando. Me dirá él qué horrible experiencia le ha llevado a comprarse esos jeans que tan mal le sientan (¿qué lleva en el bolsillo? ¿por qué se ciñen en el tobillo?) y a escogerlos para pasear por su tierra el día de Navidad -con tanto fotoperiodista al acecho. Los zapatones y la parca tampoco ayudan. Sin embargo, lo más preocupante de todo esto es que Rajoy y su equipo voluntariamente, y sin ningún tipo de coacción, hayan accedido a publicar la fotografía en twitter. Menudos nubarrones…
Nuestro querido presidente lleva los nubarrones incorporados.