Ni corto ni perezoso. El president Torra se presentó al entierro del PDeCAT con una fotografía de Winston Churchill en el bolsillo de pecho de la americana (ahí donde sólo cabría colocar un pañuelo de adorno, como el de cuatro puntas de Lluís Companys). Desconozco si alguien de su equipo le advirtió del error que significaba aquel arreglo (aunque vista la desastrosa estrategia de comunicación que emplean con Quim Torra, empiezo a considerar que existe especial interés en que el president aparezca siempre torpe para no desmerecer ni debilitar la figura de Puigdemont). SEGUIR LEYENDO