«Lo siento pero es una vergüenza que muchos de los presentes en el Parlament estén con el móvil mientras se está decidiendo el futuro de Catalunya», tuiteó Gerard Piqué mientras se celebraba el famoso pleno del 10 de octubre en el que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció que proclamaba la independencia para inmediatamente suspenderla. Esta semana, un día después de que Roger Torrent pospusiera la investidura del líder de Junts per Catalunya, otra vez el uso de un smartphone afecta a la política catalana: unas cámaras de Telecinco revelaron el contenido de unos mensajes privados de Puigdemont a Toni Comín. Parece que en diplomacia, los dispositivos móviles deberían ir acompañados de una serie de recomendaciones y advertencias sobre cómo afectan a la imagen pública. Paso a apuntar algunas: SEGUIR LEYENDO