Pleno extraordinario en el Parlament de la Generalitat para aprobar la propuesta de pacto fiscal. Aunque algo en mi interior, más cuando pienso en el caso Millet y en las autopistas catalanas, me advierte sobre aquello «de guatemala a guatapeor»; por otra parte, por no oír la insistente cantinela de que «España nos asfixia», espero que desde Madrid nos ofrezcan la oportunidad de experimentar. Pero yo a lo mío, ¿llegaremos algún día a un posible pacto estético? ¡»Fa mal d’ulls seguir els plens»!
PD. Perdón por la mala calidad de algunas de las imágenes.
Otra vez la líder popular se embutió en un traje chaqueta. Tenía pinta de tela tejana elástica... No sé. Mónica Planas, analista televisiva catalana, le recriminó por tweet a Alicia Sánchez Camacho que fuera minifaldera porque al estar sentada en el pasillo se le veía la celulitis.
A Joan Herrera lo dejo como misión imposible. Ya no solo es que tenga ese estilo desaguisado es que va al baño y no se acuerda de colocarse bien la camisa. Cómo era la canción de Rosario Flores? "Pim, pom fuera que se me sale la camisa fuera"
La chaqueta de la vicepresidenta Joana Ortega me recuerda a un delantal que tenía mi abuela. Miento, el delantal era mucho más bonito. ¿Se estará leyendo El niño del pijama a rayas?
Si tienen papada, no se pongan corbata. Durante el parlamento de Puigcercós, tuve la impresión de que en cualquier momento caería al suelo por falta de oxígeno.
La consellera d'ensenyament se vistió de señorita Rotenmeyer multicolor... Muy propio.
Chico joven, mono... Lo de Albert Rivera no tiene perdón. Los trajes cada vez son de peor calidad y encima los detalles me matan. ¿Botones blancos?
Nota alta para Rocío Martínez del PSC. Chaqueta corta negra con blusa blanca y pantalón gris de lino. Lo malo es que la vi andar y el calzado (una especie de zueco) y el largo del pantalón arruinaban el look.