El 24 de octubre de 2017, 3 días antes de proclamar tímidamente la República Catalana y que el gobierno de Madrid aplicara el 155, en el balcón del Palau de la Generalitat se colgó una bandera de Naciones Unidas. No se escuchó entonces ninguna queja sobre el hecho de que un símbolo a favor de los derechos humanos adornara una fachada institucional. ¡Menos mal! SEGUIR LEYENDO