Una empresa fabricante de juguetes pondrá a la venta el mes próximo una muñeca bastante desfavorecida de la primera dama de EEUU, Michelle Obama, que lucirá un sello distintivo: los brazos al descubierto.
La muñeca, de unos 15 centímetros de altura, se venderá a un precio de 12,99 dólares cada una (unos 8,10 euros) y se unirá a las ya existentes del presidente Barack Obama y de las hijas de la pareja, Sasha y Malia.
Según manifestó Jason Feinberg, fundador de ‘Jailbreak Toys’, la empresa comenzó a elaborar el producto hace siete meses cuando el país vivía «la luna de miel» de los primeros días del matrimonio Obama en la Casa Blanca.
«En esos momentos el ambiente político era mucho mejor que ahora y era evidente que el país, y todo el mundo, estaba enamorado de esta dama», dijo Feinberg a la cadena de televisión CNN (¿se desprende de esto que ahora los estadounidenses ya se han desencantado de Michelle?).
Feinberg, cuya empresa comenzó a vender muñecos de Barack Obama a mediados del año pasado, explicó que la figura de la primera dama es «de mucha clase, modesta, silenciosa» en tanto que la de su esposo era como de la un «superhéroe».
Cuando la empresa comenzó a vender muñecas de la «Maravillosa Malia y la dulce Sasha», la Casa Blanca reaccionó con disgusto ante lo que calificó como una intromisión en la vida privada de la familia.En esa ocasión, la Casa Blanca indicó que consideraba «que es inadecuado utilizar a ciudadanos jóvenes y privados con objetivos comerciales».
Pero ahora la Casa Blanca señala que no formulará comentarios ante la próxima venta de las muñecas de Michelle Obama. La muñeca saldrá al mercado con tres vestidos diferentes: el púrpura que lució cuando se anunció la campaña presidencial de su esposo, el rojo y negro de la noche de la elección, y el floral con el que se presentó en un programa de televisión.