Interrumpo mi fin de semana de correcciones de mi segundo libro (no sé si ya os adelanté el título pero lo recuerdo: Espejo de Marx, ¿la izquierda no puede vestir bien?) para mostraros cómo la secretaria general del PP ha cambiado su vestido bicolor, con el que visitó al juez Ruz el pasado miércoles, por un bikini negro para darse un chapuzón en las aguas de Marbella (¿no había otro lugar en el que la corrupción no fuera el pan de cada día?). Esta mujer está estupenda, y en comparación con veranos anteriores, creo que el diferido le ha dejado incluso mejor cuerpo.
Vaya cuerpazo que luce.