Las mayorías políticas están en riesgo de extinción. Su desaparición no tendría que suponer un inconveniente. Algunos, quizá inocentemente, creemos que la pluralidad enriquece las democracias. La ciencia de la diplomacia incluye –por no decir obliga– el diálogo, respeto y consenso. Si bien, ya se habrán percatado de que tales deberes parecen haberse fugado para siempre de las agendas de nuestros representantes públicos. Y ahora, en el momento de pactar, es cuando más se echan de menos… SEGUIR LEYENDO