Hay cosas que no se entienden. Después de ver los escándalos que han provocado instantáneas parecidas en la esfera política, ¿por qué Nuria de Gispert ha aceptado perder toda su credibilidad con una instantánea como ésta? Si tiene asesor de imagen que lo despida inmediatamente. Le hará falta la varita mágica para que el electorado la vuelva a tomar en serio. Por cierto, si el estilista de El País lee esto que explique de qué va disfrazada exactamente la presidenta del Parlamento catalán. Es una mezcla entre caperucita, virgen y hada madrina.