“Tú y yo lo sabíamos”, diría Joaquín Lucky. Y es que ahora que la capital del mundo ha confirmado, gracias a una interesantísima exposición en el Instituto Tecnológico de Moda (FIT), que la política y la moda mantienen y han mantenido una estrecha relación, esta página se siente recompensada.
Ahora ya nadie puede dudarlo. La influencia que ha tenido la política en la moda estadounidense en los últimos dos siglos se expone a través de más de cien vestidos, telas y complementos, en la muestra Moda y política, inaugurada hoy en el museo del Instituto Tecnológico de Moda (FIT) de Nueva York.
Los símbolos electorales del actual mandatario de EE.UU. llenan la sala introductoria de la muestra, en la que también aparecen vestidos inspirados en otras campañas, como la de 1968, representada por un traje estampado con la palabra «Nixon» y por otro, con la cara del candidato demócrata en aquellos comicios, Hubert Humphrey.
La actual primera dama estadounidense, Michelle Obama, también parece haber influido de manera muy importante en la moda de su país desde que llegó a la Casa Blanca, por lo que la exposición cuenta con dos versiones de prendas que ella ha llevado.»Uno de los vestidos que tenemos en la exposición es el que llevó antes de convertirse en primera dama, una prenda en rojo y negro que vistió en la Convención Nacional Demócrata; y el segundo, con el que posó para la portada de la revista Vogue, el pasado marzo», comentó Farley.
Uno de los trajes más importantes de la muestra es una creación de la diseñadora francesa Catherine Malandrino, realizado con las famosas barras y estrellas de la bandera estadounidense para expresar «patriotismo después del 11 de septiembre», explicaron los expertos.
Malandrino volvió a sacar a la luz este vestido como respuesta a la «histórica elección de 2008», cuando algunas personalidades decidieron llevarlo para celebrar el resultado electoral, entre ellas, la actriz estadounidense Meryl Streep o la presentadora de la emisión televisiva Buenos días América, Kelly Ripa.
Por otra parte, otra de las salas de la exposición presenta las diferentes tendencias estilísticas del siglo XIX, pasando por los vestidos neoclásicos en negro hasta llegar a la revolución del feminismo, con ejemplos de vestuario deportivo para la mujer.Así, una de las prendas estrella de esta sección es el «monokini», del austríaco Rudi Gernreich, sobre el que Melissa Marra, otra de las comisarias de la exposición, ha puntualizado que «se convirtió instantáneamente en un símbolo de la revolución sexual, que no sólo prohibieron en las playas, sino también el Papa».
La exposición cierra con piezas centrales de la moda contemporánea, como la de la china Vivienne Tam con su controvertido «Mao» (1995), un vestido compuesto por estampados con la cara del líder comunista chino Mao Zedong.
«Una de las piezas únicas e interesantes es el ‘Traje Adelita’, de la mexicana Carla Fernández, que juega con los roles de género y se centra en la Revolución mexicana y en las mujeres que lucharon en ella», expresando en la prenda esos contrastes, detalló Marra.
Nueva York ha hablado: Politics and Fashion. Ahora, trataremos de convencer a España de que en esta ocasión, por una vez, no estamos a la cola del mundo. Por el momento, ya hay un medio on line español que se dedica en exclusiva a la Política y la Moda. Porque existir, existen.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 7 de noviembre, revela a través de piezas únicas la influencia de la política, la cultura y los cambios sociales en la moda de EE.UU., desde el neoclasicismo del siglo XIX hasta la elección de Barack Obama como presidente de ese país.
«La elección de Barack Obama ha sido realmente importante para la moda. Aquí tenemos un ejemplo de un vestido hecho por el diseñador francés Jean-Charles de Castelbajac, quien cree que Obama es el representante de la esperanza y el cambio», explicó en declaraciones a Efe Jennifer Farley, una de las comisarias de la exposición.