José Blanco sigue en el ojo de la política y la moda. Tras perder peso, apostar por el traje gris y operarse la miopía, El Mundo asegura que el ministro de fomento está planteándose operarse la nariz. Aunque en el fotomonatje que presenta el diario lo comparan con George Clooney, en otros cambios de looks virtuales propuestos por supuestos estilistas no tuvo tanta suerte.
Si la información de La Otra Crónica es veraz, José Blanco está pensando someterse a una operación de cirugía estética. Y el objetivo de este paso por el quirófano sería su peculiar nariz. Pese a que el socialista negaba hace apenas unos días que su operación de vista tuviera nada que ver con motivos estéticos, el interés por mejorar su imagen ha sido evidente en los últimos meses: ha adelgazado unos diez quilos e intenta aparecer públicamente siempre con traje.
Bajo el título de «preocupado por su imagen», estilistas y cirujanos opinan que Blanco es susceptible de armonizar su nariz y su mentón. Pero aquí, yo me planto. Lo que se busca en un político es seguridad. Si un líder necesita operarse para convencer, poca confianza genera. El peinado, la indumentaria, la comunicación verbal… Todo es moldeable dentro de la comodidad del individuo (es decir, siempre y cuando no traicione su identidad).
Y es que aunque aseguren que la Princesa Letizia está mucho más guapa desde que se operó la nariz (y quizá, los pómulos), considero que ha perdido su personalidad real. Es más, las narices grandes resultan atractivas (léase, Adrien Brody). Recordemos que los políticos no son modelos. Así que, por favor, no me toquen (ni a ellos tampoco) las narices.
PD. Si aún así, algún acomplejado de la esfera política desea pasar por el quirófano, que le pida el número del cirujano a Elsa Pataky.