Como en cada Debate sobre el estado de la Nación, recomiendo a todos aquellos que deseen realizar un análisis completo de lo que acontece en cada jornada en el Congreso poner el televisor en opción mute. Los discursos verbales ya se los saben todos ustedes de memoria, en cambio, en el mensaje no verbal prima la sinceridad y siempre hay sorpresas. Miren y vean…
Es ver un Debate de la Nación en España y sufrir un déjà vu. Y no solo por la oratoria reiterativa y cansina de nuestros representantes, también por sus atavíos. Estoy por contabilizar la de veces que Rajoy se ha puesto esa corbata… Creo que la estrenó para un encuentro con Zapatero en 2007. No digo que la jubile (aunque quizás jamás debería habérsela comprado) pero al escogerla debería haber considerado la relevancia de la jornada.
El líder de la oposición tampoco ayuda con su look castizo casposo. ¿Cuantas veces hay que decir que con traje no se usa jamás mocasín? Zapato de cordón, por favor. Los castellanos con pantalones informales.
De los pies a la cabeza porque la camisa de rayas y la corbata del líder socialista también contribuían al déjà vu. Voy a abstenerme de comentar la chaqueta de neopreno y el canalillo de Soraya Rodríguez.
Con todo, mensaje verbal y no verbal, así encontramos a algunos de los principales interesados en la causa. Margallo dormitando y S3 revisándose la manicura. Solo falta Homer Simpson diciendo «Me aburroooooooooo»
Desproporción. Siempre os he dicho que la vicepresidenta no tiene problemas con su altura pero sí con las proporciones y esta imagen lo confirma. ¿A quién se le ocurre, midiendo metro y medio, ponerse semejante colosal collar en el cuello? Quisiera haberla visto caminar, seguro que el peso la inclinaba hacia delante.
Ya hace días que os quería hablar sobre Elena Valenciano. Desde que la han nombrado cabeza de lista del PSOE para las europeas, esta mujer no se ha dejado ver ni un solo día con el cabello suelto. Siempre con coleta o semirecogido. ¿Considerará Valenciano que así recobra la seriedad?
No voy a ser yo la que me meta con las camisetas reivindicativas de la izquierda pero debo recordar que su efecto, a largo plazo, es contraproducente. La gente se va a acabar cansando visualmente y va a exigir algo más (más Femen). Además, me parece estupendo que defiendan t-shirt pero quizás deberían dejar de edulcorarla con camisas por debajo y americanas por encima. O se defiende o no se defiende.