Seguimos con varios misterios sin resolver en las primeras filas del PP. Por ejemplo, dónde compra Soraya S. Santamaría esas blusas psicodélicas y por qué no atiende (o entiende) que los grandes estampados en la ropa aún la achican más. También, qué sucede con los broches y adornos tamaño XL de las solapas femeninas. En vez de un pañuelo, Mª Dolores de Cospedal llevaba ayer una sábana. Veamos…
Con unos pitillos negros y unos tacones infinitos, la vicepresidenta apoyó la reelección de Sánchez Camacho como presidenta del PP en Catalunya. Santamaría, a diferencia de Camacho, ha hecho caso y se ha recortado las puntas. Lo malo es que con el nuevo corte se ha llevado el volumen y vuelve a parecer una peque de parvulario. Sánchez Camacho tiene dos opciones para sanear su cabello: o se corta la melena o se baña cada noche en mascarilla.
Normalmente, Cospedal siempre va bien vestida. Pero últimamente se ha apuntado a la moda Aguirre-Botella de usar broches tamaño XL para adornar su solapa. Ayer, con un bello vestido blanco y un blazer gris claro, se prendió (porque yo no veo el bolsillo de pecho) una sábana en los mismos tonos. Y me pregunto, ¿para qué estropear el estilismo? He llegado a la conclusión que ahí detrás, las damas del PP, esconden las tijeras para tanto recorte.
¡Me parto! A ver, centrémonos… Esos estampados son de los años 70 y se venden en tiendas «vintage» (lo pongo entre comillas porque realmente el vintage es sólo de las grandes firmas, lo otro es «segunda mano»). A mi me recuerda a años 70 y estilo un tanto hippy. Puede ser que lo haya comprado en alguna tienda y sea de colección actual, no digo que no. Pero vamos, yo no lo identifico y desde luego el estilo a mi particularmente no me agrada mucho, siendo benevolente. A lo mejor para ir a la playa con una pamela, unas gafas de sol de pasta azul turquesa, unos shorts vaqueros y unas alpargatas… Pero no le demos ideas que puede ser mucho peor! Una blusita de seda de Zara habría sido mejor elección.
Lo del sabanón lo dejamos para otro día que todavía estoy resentida y dolorida de ver el uniforme del equipo olímpico… ¡danos una tregua, Patry!