En la cena de gala que los Obama han ofrecido al presidente chino, la primera dama vistió un espectacular modelo en tonos rojos de Alexander McQueen. Una elección que ha sorprendido al tratarse de un diseñador inglés.
La primera dama americana ha vuelto a ser protagonista por su indumentaria. Fue anoche cuando los Obama actuaron como anfitriones de una cena de gala en honor al presidente chino, Hu Jintao, y Michelle apareció con un espectacular y llamativo vestido abullonado y escote de escote asimétrico en un rojo (en la cultura china, el color de la suerte) anaranjado intenso.
El modelo de Michelle pertenecía al inglés Alexander McQueen (uno de los diseñadores más admirados por el mundo de la moda y convertido en icono desde que el año pasado falleciera). Pero la decisión estilística de la señora Obama no ha agradado a muchos al considerar que debía haberse decantado por una firma patria. Más aún cuando a la cita acudieron varios americanos de origen chino como la diseñadora Vera Wang (conocida mundialmente a raíz de que Michelle utilizara sus modelos).
Y es que vestir de un creador o firma extranjera no es muy recomendable para un político o sus acompañantes. Mucho más criticada que Michelle fue la ex mujer del presidente Nicolas Sarkozy, Cécile, cuando en la investidura de su marido se atrevió, en el país de la moda, a enfundarse en un diseño de Prada (italiana).
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