Desde que naciera Giulia, el presidente francés ha pasado más tiempo con la canciller alemana que con su hija. Por eso, hoy Merkel ha querido felicitar al papá con un osito azul de peluche que le ha entregado antes de comparecer conjuntamente en rueda de prensa. Tanto Carla Bruni como Giulia sabrán perdonar la ausencia de Sarkozy: todo sea por salvar el euro (y por un juguete más).
Yo destriparía al osito no vaya a ser que Merkel haya introducido entre sus órganos de peluche un micrófono o una cámara para espiar a esta familia. ¡Que los alemanes son muy raritos!