Es reunirse con un Papa (aunque se trate de Francisco, el más austero de la historia) y hasta el mandatario más rebelde se somete al protocolo. Hoy le ha tocado el turno al presidente venezolano que se ha enfundado para tan santa ocasión un traje negro occidental con camisa blanca y corbata en tonos rojos. El chándal de táctel y la camisa guerrera (la tiene en todos los colores), que acostumbra a lucir en Caracas, se quedaron colgados en casa.
¡Gracias a Dios! Bueno, mejor dicho, gracias al Papa (aunque creo que son el mismo, no?) Qué jaleo…. 😛