Como ayer no disponíamos de ninguna fotografía cercana del presidente del gobierno español en el funeral de Nelson Mandela, nos dedicamos a jugar a «dónde está Rajoy». Lo localizamos junto al pasillo encima de la palabra «help» -muy revelador- pero no pudimos analizar bien su vestuario de luto. Efectivamente, tal y como imaginamos, el líder de los populares optó por una corbata negra y se la ató como siempre: mal. Pero más preocupante que el lazo, era su aspecto andrajoso. Vale que llovía en Johannesburgo y a sus greñas grasosas no les convenía mojarse (sí, les pasa como a los Gremlins) pero la excusa no le va a servir para justificar esa barba ni los trasquilones en las cejas. ¿Qué narices se ha hecho? Conocerá este hombre lo que es un barbero…