Como cada año para estas fechas, la Casa Blanca se ha decorado para acoger la festividad de Halloween. Esta vez la primera dama estadounidense ha preferido hacer como el presidente y no disfrazarse. Aunque su indumentaria, un vestido de Asos (70$) y un abrigo de Sonia Rykiel, apostaba por los colores de esta noche: el naranja y el negro. Mientras Obama prefiere obsequiar a los niños con caramelos llenos de azúcar, Michelle se decanta por seguir inculcando la vida sana y ofrecer frutos secos. ¿Truco o trato?
Esta pareja me parece muy atractiva.Michelle se ha puesto monísima y Obama interesantísimo
con canas incluidas…Que tomen ejemplo otros!! (no me meto en política,solo en estilismo).Besos