Alberto de Mónaco visitará este viernes el Museo Balenciaga de Getaria donde podrá contemplar, en un visita privada, cuatro vestidos que el diseñador español creó para su madre, Grace Kelly. Los modelos, que fueron cedidos por la Casa Real Monaguesca, son dos vestidos, uno de tafetán de lana beige de 1962 y otro de raso duquesa de seda color marfil de 1959. Las otras dos piezas son dos conjuntos, uno compuesto de traje y capa realizado en cheviot de lana gris de 1962, y el otro, de chaqueta y falda en cloqué de plata azul, gris y amarillo de 1965.
Esperemos que el príncipe, quien seguramente acudirá sin su esposa, no se haya enterado de la presunta malversación, fraude y expolio, bajo investigación judicial, que ha acompañado la construcción del museo del mejor -único- diseñador español. Inaugurado en julio de 2011, el presupuesto inicial era de 6 millones de euros que han acabado siendo 20 millones de euros. Entre los imputados, figura el exalcalde del PNV de Getaria, Mariano Camio, a quien, entre otras fechorías, se le acusa de haberse apoderado de varias piezas de Balenciaga, donadas por la Reina Fabiola de Bélgica, Hubert de Givenchy, Emanuel Ungaro o Yves Saint Laurent.
Según consta en la investigación, faltarían varias prendas y dibujos, además de pañuelos. El escrito del fiscal señala que «queda acreditado de manera fehaciente que Mariano Camio regaló seis pañuelos pertenecientes a la Colección» a varios exconcejales del Ayuntamiento de Getaria para compensarles por una «dura» legislatura municipal.
Parece que no hay en España un retal que no esté bajo sospecha…