A sabiendas que su patrimonio (303.058 euros) podría «parecer alto para una persona de izquierdas», el diputado y excoordinador general de IU se ha justificado atacando a aquellos que «aún creen que la izquierda tiene que vestir de mono y vivir bajo un puente». En parte, estoy de acuerdo con Llamazares: Santiago Carrillo puede permitirse el lujo de vestir con traje porque sabe cómo hacerlo de forma respetuosa y elegante hacia los que le ven y porque su ideario es tan fuerte que la imagen pasa a un segundo plano. Ya saben, aunque el mono se vista de seda…