Líneas rígidas o desestructuradas para la campaña electoral americana

Pese a que desde hace un año las informaciones diarias sobre las elecciones americanas no cesan, lo cierto es que aún quedan dos meses para conocer quién será el sustituto de George Bush en la presidencia de los EE.UU. Los dos candidatos, Barack Obama (Partido Demócrata) y John McCain (Republicano) proponen dos líneas totalmente alejadas patentes en sus mensajes pero también en su estilo de vestir.

Aunque finalmente todos los partidos acaben desarrollando una política similar cuando se encuentran al mando de un país, para las próximas elecciones en EE.UU., las propuestas por parte del Partido Republicano y las presentadas por el Partido Demócrata son visiblemente distintas. La opción continuista del conservadurismo de George Bush, a través de John McCain, o la vía supuestamente progresista de Barack Obama –el que podría ser el primer presidente negro de los EE.UU.- dividen al país americano. Dada la importancia y la magnitud de un país como éste no es raro que sus elecciones se antojen para el resto del mundo –sin derecho a voto- de lo más interesantes. 

Así, en gran medida, podría decirse que el candidato demócrata es el que ha recibido el mayor apoyo –de momento, sólo anímico- por parte del viejo continente. Repetido hasta la saciedad, su “Yes, we can” –“Sí, nosotros podemos”- convence y propaga un optimismo tan necesitado en momentos de crisis como el que el mundo está sufriendo actualmente.  Pese a ello, el fanatismo religioso mueve masas a favor de McCain. La negativa al aborto y su obsesión por mantener a la familia clásica viva seduce a muchos votantes que no encuentran respaldo en su fe por parte de Obama.       

Pero no sólo sus mensajes y sus programas electorales recogen los kilómetros de distancia que separan a sus respectivas filosofías; sus estilismos –seguramente estudiados por asesores de imagen, pero mejorables también- tampoco dejan lugar a dudas.

Convincente pero desaliñado

El aspirante demócrata de 47 años apuesta por el traje oscuro y la camisa blanca. Un uniforme correcto para un político pero mejorable simplemente si se confecciona a mediada. Tanto el traje como la camisa quedan descolocados de hombros y de largura –también en el pantalón. El grueso en el tejido de la camisa aporta una pesadez no deseada para Obama. Por otra parte, el demócrata utiliza siempre el nudo simple para la corbata. Aunque no se sienta cómodo con la corbata –a la mínima oportunidad suele retirársela-, el nudo sencillo para un hombre delgado como él resta firmeza y credibilidad. Pese a la confianza y la fe que demuestra cuando se comunica verbalmente, Obama pierde puntos a causa de sus cejas. Seguramente nada trabajadas, su expresión en muchas ocasiones no confirma su mensaje oral.

El chic afroamericano inspira a Versace
Esta “actitud formal, mente informal» del candidato a la presidencia americana fue la máxima guía de la colección masculina para la primavera 2009 de Versace, que adopta como símbolo del nuevo hombre contemporáneo a Barak Obama.

Así, en el desfile en Milán de Verscae el pasado mes de junio, Obama inspiraba chaquetas impecables basadas en la sastrería, prendas deconstruidas y pantalones ceñidos a la anatomía fabricados en tejidos ligeros que Donatella propone para el hombre Versace. Los fulares de seda han vencido la batalla a las corbatas y las camisas se han enriquecido con nuevos detalles.

En anteriores ocasiones, Donatella Versace ya buscó inspiración en las altas esferas políticas cuando Georg Gänswein, el secretario del Papa Benedicto XVI, fue protagonista de la colección de 2007. Ahora, tejidos ligeros y tecnológicos reinterpretan un concepto de lujo menos obvio y más relajado que, según la diseñadora, parece caracterizar a Obama

El hombre sin cuello
Como suele suceder entre la mayoría  de miembros de un partido de tendencias conservadoras, es fácil adivinar que John McCain se decante por el tono azul claro para sus camisas. Con 72 años, el candidato republicano se caracteriza por su escasez de cuello. Por esta misma razón, McCain apuesta por un nudo débil en la corbata. Pese a ello, la mejora que se consigue con ese tipo de nudo se deshace debido al diseño de los cuellos de la camisa. No tan estilizado como el candidato demócrata, el republicano comete más de una vez el error de querer enfundarse en americanas demasiado estrechas. Y aunque los rasgos faciales de McCain son bastante duros, en este caso y teniendo en cuenta la política que defiende su partido, es un punto positivo para el aspirante.

150 150 Patrycia Centeno
1 comentario
  • Barack Obama | Política y Moda

    […] Trajes impecables de Ermenegildo Zegna y Hart Schaffner. Clásico pero perfecto. Fuera del trabajo, su estilismo es de lo más relajado. […]

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