El ruido insufrible que provocan unas obras encima de tu misma cabeza me obligaron a acudir a una biblioteca. Allí, ojeando revistas, le eché un vistazo a Marie Claire. En la última página de la publicación, las ilustraciones de Jordi Labanda proponían que la princesa de Asturias se convirtiera por fin en una fashion victim. Eso de que Letizia vista de Zara y Mango no acaba de agradar a muchos. Pero ahora la polémica es otra. Letizia se ha calzado unas bailarinas de 500 euros y no se sabe si el mundo podrá perdonárselo. En fin, ahora sí que es criticar por criticar.
Si alguien en este país se puede permitir (económicamente y moralmente) calzarse unas Pretty Ballerinas de 500 euros esa es la Princesa de Asturias. Lejos de arruinar al país con caprichos indumentarios no patrios, tal y como hace la admirada Rania de Jordania, Letizia Ortiz invierte en moda española. Y si aún no ha quedado claro, la moda española es Zara (guste o no). Carla Bruni podrá vestir de Dior o Chanel; Samantha Cameron, de Alexander Mcqueen; Michelle Obama, de Calvin Klein; pero Letizia debe abanderar al gran imperio nacional: Zara.
A nivel de calzado y emulando a la primera dama francesa, la princesa de Asturias finalmente se decidió a bajarse de sus infinitos tacones y volver a tocar suelo firme. Las bailarinas la hechizaron y las de la firma Pretty Ballerinas (de la empresa española Jaime Mascaró) son las mejores. Un modelo puede costar unos 120 euros aproximadamente. Letizia cuenta con una extensa colección de estos ejemplares y entre ellas se encuentran las Marilyn (499 euros) en color arena y con cristales de Swarovsky sin pulir y cosidos de forma artesanal. A todos estos que critican por criticar, ¿cuánto creen que valen los zapatos del príncipe?
Y por qué la autora de este artículo no se atreve a indicar el auténtico precio de las bailarinas que luce? No es precisamente de 499 euros, basta con entrar en la tienda on line de Pretty Ballerinas para darse cuenta que el precio correcto es 575 euros.
Las críticas no son por lo que gaste o deje de gastar o porque vista de una u otra marca. Lo que no parece correcto es que vista del modo en que lo hace para presentarse en determinados actos y luego se atreva a gastarse (si es que lo ha hecho y no se las han regalado) ese dineral sólo en unos zapatos, por muy de firma española que sean. O es que Zara, Mango, etc. no tienen prendas y calzado elegante a lucir en actos formales? Entonces por qué esta señora, que voluntariamente decidió convertirse en princesa, no los usa cuando lo requiere la ocasión? Basta ya de tanto peloteo, si no le gusta su cargo, que renuncie, que nadie la obliga a ser princesa! Y lo mismo digo del príncipe.