Lectura visual de la entrevista a Artur Mas

Análisis visual de la entrevista al president de la Generalitat en funciones, emitida anoche en el programa «.Cat».


Escenografía

soledad Lógicamente el escenario es el habitual en el programa y precisamente eso es lo que llama, en parte, la atención… Empieza el programa con un plano general en el que el presentador está de pie delante de la mesa hablando a cámara y refiriéndose al invitado como si este no estuviera allí, en plató. Pero sí que está: está sentado detrás, a la izquierda del plano, en una mesa inmensa (soledad), mirando hacia al vacío (perdido) y golpeando con los uñas el tablero (nerviosismo). Todo esto resultaría normal televisivamente si el invitado no fuera el president de la Generalitat. Lo es en funciones y su cargo pende de un hilo pero hay que aprender a diferenciar entre la institución y la persona (aviso a las dos partes: defensores y detractores de Mas, a ver si vais a quemar lo primero y va a ser contraproducente para todo el país). Ayer, la puesta en escena presentó a una persona (líder de su partido), no al president (líder de un país). Los asesores de Mas no deberían haberlo permitido y menos en estos momentos (no era un formato que le beneficiara); aunque estén pensando ya en las próxima elecciones.

extremo Sentado a un lado de la mesa (uno más) y con una silla de ruedas (movilidad/inestabilidad…).

boli y octavillas El bic era suyo (o por lo menos se lo agencia cuando acaba la entrevista) y el peculiar formato de octavillas es el que utiliza. Entiendo que son elementos que él decidió poner encima de la mesa. Sin embargo, no los necesitaba. Se le pueden criticar muchísimas cosas a Artur Mas, pero es un de los políticos con mayor seguridad escénica y no precisa de recursos de primero de oratoria. Las preguntas de los entrevistadores (sólo eran 2 y bastante moderados) no requerían tomar notas. Con lo cual, las hojas sólo sirvieron para sacudirlas cuando hablaba del compromiso con JxS (acuerdo alcanzado, pacto firmado) y ordenarlas y recolocarlas cuando aseguró que «nosotros nos defenderemos» (amenaza firme). Por su parte, el boli sólo sirvió para exteriorizar su tensión (lanzar el bic contra la mesa cuando se empieza a cabrear).

Lenguaje corporal

culpable En distintas ocasiones, cuando se refirió a la CUP, apunta con el dedo acusador. Es un gesto demasiado agresivo y delatador. Hay que tener en cuenta que cuando señalamos a alguien con un dedo, tres dedos apuntan hacia nosotros mismos…    

aprecio Hay un momento en el que habla de sus colaboradores -«la gente a la que aprecio»- y se toca el corazón. Es un gesto nada habitual en política. Significa que el aprecio es sincero, es un hombre fiel a los suyos.

golpe nudillos El gesto de golpear con los nudillos sobre la mesa (imposición) es muy paternalista (porque lo digo yo y mientras vivas bajo este techo harás lo que yo te mande).

boca entreabierta y ladeada Cuando habla de las renuncias a las que se han visto sometidos las formaciones de JxSí, señala que a CDC se le ha pedido que prescinda de su principal líder político. En ese momento, deja la boca entreabierta (agresividad contenida) y tuerce la boca hacia a un lado (disgusto ante la idea). 

presentador/entrevistadores No es el tema, pero el lenguaje corporal del presentador y del otro entrevistador era también digna de análisis… Y aunque pueda parecer lo contrario, un mal interlocutor nunca ayuda al entrevistado. A Mas le hubiera convenido más la contundencia de Terribas que el infantilismo de este par. 

Indumentaria/estética

gris El traje, la camisa y el nudo de la corbata (aunque estas siempre las lleva horrendas) eran correctos para un líder conservador. Sin embargo, en televisión, el gris no es lo más recomendable. En psicología cromática, el gris genera duda. Hubiera sido mucho mejor un gris marengo o un azul marino (el negro, aunque siempre otorga poder, en este momento resultaría demasiado violento).

cansado Aspecto cansado, muy pálido de piel (el gris intensifica este efecto). El bálsamo labial, probablemente es porque esté resfriado y se le secan los labios. La solución, antes que ponerle cacao (destacaba demasiado), hubiera sido eliminar las pieles muertas (con un cepillo de dientes), ponerle un poco de hidratante, dejar secar y retirar el resto con un papel. Las greñas, en su caso, no se las atribuyo a la dejadez (sólo hay que ver lo perfectamente que lleva afeitada la barba). Es el pecado que cometen todas las personas que empiezan a sufrir los efectos de la alopecia: creer que por llevar el pelo más largo, las zonas claras pasan más desapercibidas (cuando es totalmente lo contrario).

150 150 Patrycia Centeno