Como decía hace unos días Llamazares «algunos aún creen que para ser de izquierdas hay que vestir de mono». Lo admito, yo soy de esas que opinan eso mismo y que aunque el mono se vista de seda, mono se queda. Por eso, cuando me recuerdan que el ex líder de CCOO, José María Fidalgo (2000-2008), va por ahí pidiendo el voto para el Partido Popular, recupero su trayectoria indumentaria. Los traje chaqueta y los polos Lacoste de Fidalgo eran un buen oráculo. Pero, ojo, ahora acude a las reuniones de la derecha española con camisa roja, jeans y cazadora «ahmadineajacket». ¿Otra vez actúa como topo?