A pocas semanas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, la candidata ecologista gala no cuenta con demasiado apoyo. Ni siquiera es querida entre los suyos que la acusan de abandonar el discurso verde para plantear cuestiones que nada tiene que ver. Entre sus propuestas más polémicas la de defender que las comunidades religiosas judías y musulmanas cuenten con un día oficial de festividad y que el desfile militar del 14 de julio se sustituya por uno cívico. Se cree que la magistrada noruega no podría alcanzar ni el 5% de los votos, hecho que conduciría a la casi desaparición de su partido. Quizá por eso, esta semana sus pequeñas y redondas gafas de pasta roja que procuraban atraer el voto comunista se tiñeron, por fin, de verde.
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Eva Joly: now, green glasses
A few weeks after the first round of French presidential elections, the candidate environmentalist does not have much support. It is not even loved by his own who is accused of leaving the green discourse to raise questions that has nothing to do. Among its most controversial proposals to defend the Jewish and Muslim religious communities have an official day of celebration and military parade of July 14 is replaced by a civilian. It is believed that the Norwegian judge could not reach even 5% of the votes, a fact leading to the near disappearance of her party. Maybe that’s why this week its small round red rimmed glasses who tried to attract the Communist vote stained finally green.
¡¡Me encantan las gafas de colorines!! Seas del partido que seas…