Soraya Sáenz de Santamaría anunció ayer que España volvía a creer en la división de poderes. Es decir, que los jueces elegirán a sus vocales en el CGPJ como se hacía antaño hasta que en 1985 Alfonso Guerra acabó con la independencia judicial y escupió su famosa frase «Montesquieu ha muerto». Debió ser esa melancolía hacia el pasado la que hizo que el viejo socialista recuperara ayer las coderas -Felipe González también las rescata para sus mitines más populistas- en su americana.