La obsesiva perfección de Peña Nieto

Aún no me había repuesto de las declaraciones de Maduro cuando me llega vía @asesorpolitico (¡Gracias!) la fotografía oficial del presidente de México. Estoy espesa pero intentaré centrarme en la imagen de Enrique Peña Nieto… Sentado en la silla presidencial (ojo que el Águila ya da miedo por si sola) y con la bandera de su país al fondo, la exasperarte perfección que pretende demostrar el presidente mexicano en todo momento llega esta vez a rozar lo siniestro (si me dicen que le han colocado la cabeza sobre el cuerpo rígido de alguien, me lo creo). Fijaros también en la posición que toman sus manos: mientras la derecha está extendida (disposición al diálogo), el puño izquierdo (donde lleva la alianza de matrimonio) está cerrado (autocontrol / reprimir emociones).  Ataviado con un traje negro y una camisa blanca; la corbata gris (ya hemos mencionado varias veces que dicha tonalidad  se asocia al secretismo y tiende a transmitir incertidumbre) asoma bajo la banda presidencial. Aunque la disposición autoritaria pueda ser acertada para una fotografía oficial, la incomodidad que se le intuye al propio presidente en la instantánea impide que su seguridad, seriedad y cercanía se antojen del todo convincentes.

Aunque aparentemente y estilísticamente, en comparación con la foto oficial del expresidente mexicano, son muy parecidas; la actitud marca la diferencia. En vez de la bandera, Felipe Calderón apostó en 2006 por el fondo de la biblioteca y colocó las dos manos extendidas.

150 150 Patrycia Centeno
3 comentarios
  • Aunque lo tengo lejano, me recuerda a Ken, el novio de Barbie.

  • Buenas noches, no sé si te habías dado cuenta, pero lo increíble de las fotos, a parte de la fortuna que dicen que se ha gastado en ella (he leído la cifra de 370000 pesos, no sé si es cierta pero son casi 23000 euros), es que el tan perfeccionista Presidente, se ha puesto la bandera al revés, no hay más que compararla con todas las demás fotos de su cúpula.

    Un saludo

  • Sylvie Tartán

    Lo del puño cerrado a mi me transmite agresividad, así a bote pronto.
    No sabía lo del gris, ¡es mi color favorito! Pero bueno, yo puedo vestirme de gris sin problemas que (por ahora) no me dedico a la política. Me gusta eso del «secretismo». ¡Besos, Patry!

Los comentarios están cerrados.