¿Arrepentirse es de sabios? Quizá sólo a veces. Y en este caso, pese a que Mariano Rajoy lo haya hecho con toda su buena voluntad, desdecirse de las críticas que su partido realizó cuando las ministras de Zp posaron para la revista Vogue no tiene ningún sentido ni aunque sólo lo haya hecho para justificar la imagen de Soraya en El Mundo
Pese a que sea fácil de comparar, todo trata de moda y mujeres, poco tiene que ver la instantánea de las ministras de Zp rodeadas de pieles para la revista Vogue, con la que se publica estos días en El Mundo de Soraya Saénz de Santamaría. Y es que la polémica sobre la idoneidad del reportaje de Vogue al que las ministras socialistas se prestaron en 2004 no sólo la firmó el Partido Popular sino también varios colectivos feministas y ecologistas. En cambio, la fotografía de la portavoz del PP puede gustar o no gustar e incluso parecer bien o mal, pero no ha generado un debate más allá de ello. Pese a todo, algunos medios, incluso El Mundo, han querido poner al líder del Partido Popular entre la espada (Soraya) y la pared (ministras Vogue). Y Rajoy, desafortunadamente, ha picado.
“Hace unos días también se produjo una polémica sorprendente sobre la ropa con la que acudió la ministra de defensa a un acto oficial. A mí me parece una foto muy bonita la de Soraya y a ella hay que juzgarla por su actividad política”, aseguraba Rajoy en un programa de la cadena Ser.
Y ante la pregunta de la periodista sobre las críticas que el PP vertió sobre el reportaje de las ministras socialistas para la revista de moda, Rajoy declaró: “Pues probablemente no las debiera haber hecho. Por eso le digo que aún queda mucho trecho por recorrer”.
En fin, donde dije “digo”, digo “diego”. Y si todo esto sólo responde a una estrategia política para captar votos con las piernas de Soraya o para captarlos con la nueva apertura del grupo popular hacia el centro, me parece a mí que van listos