La revista Vanity Fair la ha elegido personaje del año y para entregarle el premio ha organizado un fiestón en honor a la alcaldesa de París. Además de la agasajada, al evento acudieron políticos nacionales (léase, de Madrid) como Ignacio González, Cristina Cifuentes o García Margallo. Y, por supuesto, tampoco se perdió la cita su homóloga en la capital española con la que horas antes ya se había reunido en su despacho de Cibeles. Hoy, Anne Hidalgo también se ha entrevistado con Mariano Rajoy y el rey Felipe (lo siento, mi pequeño gen republicano impide que escriba la uve y el palito).
Aunque nació en Cádiz, Anne Hidalgo se ha criado y formado en París y eso se nota. No sólo se percibe por su fuerte acento también por su estilo. Suele hacer gala de ese chic inimitable, aunque anoche no brillara demasiado.
Y es que el saber hacer francés se demuestra más cuando una va más informal. Aquí, Anne Hidalgo posa para el reportaje que le realizó la revista Vanity Fair. A diferencia de otras féminas políticas, la gaditana utilizó su propia ropa y solo lució este estilismo. Sencilla, guapa y segura de sí misma, ¿para qué más?
Uno de los invitados a la cena de gala de la revista Vanity Fair fue el presidente de la Comunidad de Madrid. Lo bien que le queda el smoking a unos pocos y lo mal que le queda a los demás…
La delegada del gobierno… tampoco convenció. Yo creo que la prefiero con su sempiterna coleta tirante…
Margallo. Lo dicho, algunos pocos están irresistibles con el smoking y otros…
Ana Botella, de negro.
Y eso que durante el día estaba llena de color. Pantalón estampado con blusa salmón y collares a juego. En esta instantánea, Botella me recuerda mucho a la Campos… jajajjaja
Son tocayas, las dos son alcaldesas de una capital y tan solo se llevan cinco años de edad. En todo lo demás, cuesta encontrar coincidencias. Ojo a la rebeca de Hidalgo porque…
es la misma que llevaba hoy en su encuentro con Rajoy, pero esta vez por encima de un vestido estampado.
Horas más tarde, con el mismo look, audiencia con el rey de España en Zarzuela. Me imagino que la mujer no quiso venir demasiado cargada con la maleta. Parece simpática (o algo impresionada por tener a un Borbón al lado). Por cierto, el rey está intentando buscar su propio estilo. No para de probarse trajes de todo tipo (sin salirse de lo clásico, obviamente).