Lo peor en Política y Moda son las incoherencias entre el discurso y la imagen. Por eso, que la concejal de medio ambiente del ayuntamiento de Madrid se desplace hasta la peluquería y a hacer sus compras con todo su séquito en distintos coches oficiales es una metedura de pata como una casa. Si hubiera sido del PP, que lo es, y hubiera ocupado otro cargo, como el de esposa del ex presidente, que también lo es, el detalle hubiera sido menos feo.
PD. Y una se cabrea tanto viendo estas cosas que cuando, de pronto, empieza a sonar este pegadiza canción no molesta.