No sabe nadie lo bien que me lo paso yo comentando estas imágenes. A ver, os cuento… La nueva primera dama de Francia, que se atrevió a juzgar la imagen de mujer florero de Carla Bruni, está abrumada por el puesto. Y es que aunque muchos consideren que lo de lucir y estar espléndida las 24 horas del día es cosa de bellezones con cerebro de mosquito, todo lo contrario. Cuando Michelle Obama, catedrática en estos menesteres, fue a saludar a la pareja del presidente francés, Trierwelier le arrojó la mano (algo que yo suelo hacer mucho porque no me gusta que me bese cualquiera). Acto seguido, la primera dama estadounidense tira de la francesa y la achucha (jajajajaja…).
Jajaja…. Pues si, situación difícil y delicada