Una estatua de dos metros de Carla Bruni-Sarkozy en bronce ha sembrado la polémica en un suburbio de París. La idea de la efigie pertenece al alcalde de Nogent-sur-Marne, y miembro del partido del presidente de la República, que considera que la procedencia italiana de la ex modelo es pertinente para rendir homenaje a las mujeres (muchas son paisanas de la cantante) de la localidad que trabajaban en las fábricas. Obviamente, la oposición y muchos de los 30.000 ciudadanos de la población no entienden qué relación tiene la primera dama gala con las féminas trabajadoras. Tampoco, que parte de los 80.000 euros que cuesta el proyecto, y que se inaugurará en mayo (en la segunda vuelta electoral), salga de los arcas públicas.
Santo Dios, ¡me parece un absoluto dispendio! Máxime con la situación económica del suburbio y del mundo en general. Además para qué quieren estatuas teniendo fotos como ésta. ¡Besazos!