Desde que el 19 de octubre naciera Giulia Sarkozy, la primera dama de Francia ha relajado su indumentaria. Normal, no solo porque después de un embarazo el cuerpo necesita algo de tiempo para recuperarse, también porque la niña de sus ojos le roba todo su tiempo. En fin, que en una de sus escapadas al exterior del Elíseo, la exmodelo, con la bebé de cinco meses en brazos, escogió unas cómodas botas UGGS, un pantalón gris de punto y una chaqueta con capucha. La imagen es hoy portada de la revista Paris Match y Bruni lleva un cabreo considerable. Y no por sus pintas (ella siempre está estupenda); en un comunicado, la esposa de Nicolas Sarkozy protesta porque la prensa haya puesto cara a su hija.