La ex ministra de Defensa insiste en caer bien en Andalucía para conseguir el apoyo necesario de los socialistas de cara a la elección del próximo secretario general del PSOE. Ayer, en su cita con Sevilla, llegó con abrigo rojo (aunque ya dijimos que la tonalidad corporativa le favorece, esa intensidad de bermellón, no tanto), jeans y botines marrones de tacón fino y alto (lo sabemos porque sus tejanos no tenían el largo suficiente para ocultar ese detalle). La socialista no sabe lidiar con la informalidad (sólo para expertos) y, por eso, cuando apuesta por looks más clásicos no la pifia tanto. Mira, algo en común que tiene con Rubalcaba…
La camisa vestido. No me extrañaría que se la hubiera comprado cuando estaba embarazada. En primavera, con unos leggins y unas bailarinas, monísima. Pero ayer, no convenció.
Porque no creo que sea que está de nuevo embarazada, ¿verdad?
La intensidad de rojo no es la que más le favorece. Sobre lo de llevar dos bolsos, mejor evitarlo. Transmite doble personalidad. ¿Por qué no un maxibolso?
El pantalón no debe ocultar jamás el zapato. De todos modos, el bajo se puede redondear para que oculte el exceso de tacón por detrás y descubra la punta delante.
Como especialista en moda premamá opino que la camisa es premamá ya que se ve más larga y redondeada por delante. Quizás si haya embarazo a la vista o quizás ha recurrido a la comodidad y adaptabilidad de sus prendas premamá después de Navidades… Sea como sea, los pantalones son demasiado rectos y demasiado cortos, tenéis razón.
Saludos a tod@s,
Llum