Casi habían desaparecido ya de nuestra mundo cuando el matrimonio político más famoso de la política europea ha reaparecido, así como si nada, en nuestras vidas. Y qué maneras más variopintas de presentarse sin avisar… Mientras Carla Bruni ha vuelto a ejercer de modelo para anunciar unos auriculares -la empresa tecnológica colabora con su fundación-, Nicolas Sarkozy se ha reunido con Vladimir Putin (desconozco el por qué pero ya os adelanto que, conociendo al mandatario ruso, no tendrá nada que ver con la beneficencia). Desde que dejó el Elíseo, al ex dirigente francés se lo percibe mucho más relajado y esa barba de un día es la prueba -impensable cuando ocupaba el poder.