Desde que Chacón no desfila ante las tropas, la Pascua Militar no resulta tan atractiva. Por que ver a Rajoy y compañía vestidos con chaqué no presenta más novedad que si se vistieran con traje de calle o bata de casa: la misma insulsería. Pero el sustituto de la ministra catalana, Pedro Morenés (alias Drácula), levantó ayer la voz durante su discurso ante el rey para rechazar «las absurdas provocaciones soberanistas». Yo, mientras, siempre tan repelente, no podía quitar ojo al tsunami de su corbata azul. Porque aunque Morenés tratara de enfatizar el volumen de su lazo bajo el chaleco, el recorrido trazado era de «para el coche que me mareo». Y es esta, en mi opinión, parafraseando al ministro, «una provocación absurda» a la elegancia clásica. La derecha española, cada vez más conservadora de boquilla y menos en las formas.