En abril de 2014, le alquilé un local al señor Jordi Bonal de InmoPeralada. Habilité el local y estuve seis meses allí pagando religiosamente cada primero de mes, lo normal. Por tristes circunstancias, tuve que dejar el inmueble mucho antes de lo que hubiera preferido y un mes y medio antes se lo comuniqué a Bonal. Éste no me puso ninguna objeción pero, como yo había revisado el contrato que él mismo redactó, le comenté mi preocupación acerca de uno de los artículos en los que se mencionaba que si el inquilino rescindía el contrato antes de un año, la fianza de 1.000 euros quedaría en manos del propietario. Bonal me tranquilizó e incluso bromeó con esta cuestión: «Sí, me voy a ir yo de vacaciones con ese dinero. ¿Dónde quieres viajar?», me preguntó riéndose.
Bien, a finales de septiembre de 2014, recogí todas mis cosas y me dirigí al despacho de InmoPeralada para devolverles las llaves y despedirme. En ese momento, Bonal me dijo: «¿Estás tranquila? Ven, ven a sentarte que te voy a explicar una cosita» Esto me inquietó (y cabreó) y le respondí «¿qué sucede?». Me hizo sentarme y me empezó a leer el punto del contrato que él mismo había redactado y que yo le había mencionado un mes y medio antes. «¿No me vas a devolver mi fianza?», le pregunté. «Es lo que pone el contrato. Si el propietario no quiere… El problema es que el propietario ahora mismo está hospitalizado y no sé cuándo podré contactar con él». Le entregué las llaves y me marché.
A la semana siguiente tenía un viaje a Túnez y antes de marcharme lo llamé para ver si sabía algo del tema. Me dijo que el propietario seguía hospitalizado… A mi regreso, me llama un día y me dice que no me devuelven la fianza. Fui a informarme con varios abogados y todos coincidieron en que ese contrato «tenía muy mala leche». Tonta de mí, maldito el día en que me fié de Bonal. Con uno de los abogados, enviamos varios burofax al propietario para solucionar el tema y este accedió a devolverme la mitad de mi fianza. A fecha de hoy, Bonal aún no me ha hecho entrega de ese dinero (si algún día me lo devuelve, eliminaré este post).
Por cierto, cualquier vecino con el que habléis de Peralada os contará qué tipo de clase de persona es Bonal. Yo, desgraciadamente, lo descubrí tarde.