Indignados en el 080

La primera dama catalana en la edición de enero de 080 Barcelona Fashion

Algunos periodistas se levantaron a mitad de desfile y algunos jóvenes se manifestaron en la puerta. Pero fue el cielo de Barcelona el más indignado. Por eso dejó caer una considerable tormenta sobre los mandatarios políticos catalanes y todo el pijerío de Barcelona que han consentido que nuestro dinero público se destine a pagar los desfiles de dos empresas hechas y derechas (Mango más que TCN, claro está).

Se me antoja pensar que España se ha constituido de pequeñas o grandes SGAE. Si se tirara de la manta, seríamos millonarios. El mundo de la moda, como tantos otros, no escaparían a la redada. Por esta razón me sorprende tanto que los medios de comunicación hayan pasado por alto que los desfiles en la pasarela pública de dos marcas «consolidadas» como TCN y Mango se pagan con el dinero de los recortes de sanidad impuestos por CiU. Algunos redactores se levantaron del desfile que ayer inauguró el evento indignados porque la colección en comparación con la que también presenta en Cibeles «era una tomadura de pelo». También, el movimiento 15-M y los estudiantes se plantaron en la puerta de la Universidad de Barcelona, donde se celebra esta edición, para protestar. Pero fue, sin duda, el agua quien mostró con más sentimiento su rabia. De los diseñadores que participan en este 080 -y que han tenido que pasar un filtro de selección-, sólo Miriam Ponsa ha manifestado su disconformidad (como se puede leer hoy en el diario El País). Los demás otorgan. Es decir, les parece normal que dos marcas con las que no van a competir en la vida se planten en su escenario y por su cara bonita tengan ventajas sobre ellos y monopolicen todas las crónicas de prensa. En fin, así va el país.

 

150 150 Patrycia Centeno