Con toda seguridad, la segunda vuelta de las primarias socialistas las ganará François Hollande. La ex pareja de Ségolène Royal y padre de sus cuatro hijos, antes de empezar la campaña, perdió más de diez quilos de peso, se procuró mejores tejidos para sus trajes y recorta semanalmente su cabello. Dispuesto a acabar con la presidencia del «bling-bling» de Sarkozy -rudio que hacen las joyas y los relojes ostentosos que luce el círculo del presidente-, su principal enemiga hoy es su compañera de partido Martine Aubry. La socialista, con un aspecto más Merkel que Royal, acusa a su rival de «flojo» mientras éste la llama «fofa».