Gallardón son sus cejas

Si una imagen funciona, ¿para qué cambiarla? Es lo que se me ocurre cuando visualizo a Alberto Ruiz Gallardón y compruebo que gracias al voto femenino -quienes aseguran considerarlo un «seductor»- arrasa en Madrid. Pese a ello, el empeño de un estilista siempre será vaciar esas pobladas cejas y modernizar su peinado. El alcalde popular es un buen ejemplo de que cuando hay mensaje, la apariencia pasa a un segundo lugar.

Pese a su imagen formal (casi de niño empollón y repelente), Alberto Ruiz Gallardón representa la modernidad en el Partido Popular. Mientras sus rizos excesivamente engominados (teñidos ya de blanco), sus trajes de corte perfecto, sus lentes clásicas (las que se rumorea que no precisa y sólo son un toque personal a su perfil político) o su apariencia impoluta y aseada conectan con cierto votante conservador, su personalidad y gestualidad encandila a los de centro. Por su parte, sus cejas -unas de las tres, junto a las de Zapatero e Ibarretxe, más famosas de la actual política española- son ya su seña.

A sus 52 años, las mujeres confiesan que el candidato popular a la alcaldía de Madrid de mayo de 2011 tiene un cierto atractivo. Si su físico no es, será el resto (¿su educación?). En fin, que con Gallardón queda demostrado que con personalidad, y con una indumentaria correcta, nadie se fija en los detalles.


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Gallardón are his eyebrows

 

If an image works, why change it? This is what happens when I visualize Alberto Ruiz Gallardón and see that thanks to women voters-who claim to consider it a «seductive» – sweeps Madrid. Nevertheless, the efforts of a stylist always empty those bushy eyebrows and modernize his hairstyle. The popular mayor is a good example of that when no message, the appear an cetakes second place. Although its formal (almost childlike nerd and repellent), Alberto Ruiz Gallardón represents modernity in the Partido Popular. While over-slickedcurls (dyed and white), their perfect cut suits, their traditional glasses (which is rumored to not only accurate and a personal touch to his political profile) orpristine and neat appearance connected with some voters conservative, personalities and gestures dazzles the center. For his part, his eyebrows one of the three, along with Zapatero and Ibarretxe, most famous of the current Spanish policy, are now his trade mark. At 52 years, the women say that the popular candidate for mayor of  Madrid in May 2011 has a certain appeal. If your physical is not, will the rest (his education?). Anyway, that Gallardón is shown that personality, and with proper clothing, no one pays attention to detail.

150 150 Patrycia Centeno